Leo es el signo más dominante del Zodiaco. Es sincero, idealista, inteligente, carismático, extrovertido y de buen corazón.
Es muy ambicioso, valiente e independiente y confía totalmente en sus capacidades y habilidades. Es un líder nato. No teme ante las dificultades, al contrario, se crece ante ellas; sabe exactamente lo que quiere y lo que hará para conseguirlo. Le gusta el lujo y el poder.
Está lleno de energía, eso de quedarse en casa amargado y triste, no le va. No hay Leo tímido o introvertido. Es abierto, confiado y con opiniones propias; casi siempre se expresa con humor y nunca habla por hablar. Dice lo que piensa, pero siempre es amable.
Le encanta ser el centro de atención, es súper vanidoso; invierte mucho tiempo y empeño en su arreglo y cuidado personal. Cuando Leo entra en escena, todos lo notan. El Sol gobierna a Leo, lo que explica el gran ego que tiene. Tiende a creer en ocasiones que el mundo gira en torno a él.
Leo ama la vida y disfruta de ella a cada momento. Es muy social, creativo y atractivo. Es casi imposible resistirse a un Leo, tiene encanto natural y seguridad en sí mismo. Tiene muchos amigos porque es generoso y leal.
Es directo, afectuoso y apasionado cuando expresa sus sentimientos. Es enérgico, aventurero y divertido. Como pareja de Leo tendrás que manejar su mismo nivel intelectual y permitirle destacar y ser independiente, Leo detesta sentirse controlado.
En su faceta negativa puede ser infiel, arrogante, inflexible, flojo, orgulloso, fanfarrón, hostil, mentiroso, prepotente y enojón. Leo es enamoradizo (fuego, al fin) y muy lanzado; cuando quiere conseguir a alguien, no se anda con rodeos. Si le funciona bien y si no, lo que sigue.
Descubre qué signos son más compatibles con Leo.